Dorada al horno con tomates
Además de ser uno de los pescados más populares en nuestro país y en la zona del Mediterráneo, también es muy saludable, pues no tiene tanta grasa como otros pescados grasos, y proporciona una proteína de calidad.
Se complementa con una guarnición de verduras, como tomates, patatas y ajos, y se aromatiza con unas cuantas hojas de tomillo y laurel.
Lo que vamos a necesitar para 4 personas
- 4 doradas de ración, limpias, pero con la cabeza
- Unas hojas de tomillo
- 4 hojas de laurel
- 4 patatas
- 4 tomates maduros
- 5-7 dientes de ajo (sin pelar)
- 1 o 2 vasos de vino blanco
- Aceite de oliva
- Sal fina y pimienta negra molida, al gusto
- 1 limón cortado en rodajas
Método de elaboración
Empezamos encendiendo el horno a 235 °C para que se vaya calentando.
Como le hemos dicho al pescadero que nos limpie las doradas, las tendremos sin despojos y escamas, y sólo tendremos que lavarlas bajo el grifo. Una vez lavadas, las secamos bien por dentro y por fuera.
Rellenamos cada dorada con una hoja de laurel y unas ramitas de tomillo, o cualquier otra hierba aromática que nos apetezca.
Necesitamos una fuente o recipiente apto para el horno en el que quepan las 4 doradas, y que sea profundo.
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas. Con estas rodajas forramos la base de la fuente o bandeja, y las sazonamos con un poco de sal. Encima de las patatas colocamos los tomates, sin piel y cortados en mitades, cuartos u octavos, dependiendo de su tamaño, que también pasaremos a sazonar.
Colocamos las doradas encima de los tomates y colocamos los ajos enteros entre los tomates y las doradas. Dependiendo del tamaño y la profundidad del recipiente, vertemos uno o dos vasos de vino blanco y 1/2 taza o más de un buen aceite de oliva sobre el pescado.
Sazonamos ligeramente el pescado con sal y pimienta negra, y ponemos las rodajas de limón por encima de cada dorada. Introducimos el pescado en el horno y bajamos la temperatura inmediatamente a 180 °C.
Lo tendremos en el horno durante aproximadamente 40-50 minutos, pero hay que estar al tanto de la cocción porque un pescado pasado de cocción es como una alpargata. Si vemos que está muy seco, lo regamos con el líquido que tiene debajo.
Para comprobar la cocción, introducimos un cuchillo para ver si la carne se desprende bien de las espinas. Otra señal de que el pescado está cocido, es cuando las rodajas de limón empiezan a dorarse.
Servimos cada dorada acompañada de los tomates, los ajos y las patatas, regado con la salsa que habrá quedado en el fondo.