Dorada al limón
La dorada tiene un sabor tan característico y personal, que apenas necesita un poco de limón y de hierbas aromáticas para aderezarla, y disfrutar de su jugosidad. Por eso es tan apreciada en todas las cocinas del Mediterráneo.
Esta receta es muy sencilla, con pocos ingredientes y sin artificios para que puedas disfrutar de su auténtico sabor sin distracciones.
Ingredientes para 4 personas
- 2 doradas grandes o 4 doradas de ración limpias
- 2 limones
- 120 ml de vino blanco
- 120 ml de aceite de oliva
- 4 cucharadas de perejil fresco picado y/o otras hierbas aromáticas
- 4 dientes de ajo, picado
- Sal y pimienta negra molida, al gusto
Instrucciones
Precalentamos el horno a una temperatura de 140 °C, con calor por arriba y por abajo, y forramos una bandeja con papel vegetal.
Le pedimos al pescadero que limpie las doradas, las quite las escamas y las aletas, menos la espina central, para que mantenga la forma. En casa lavamos bien la dorada y la secamos con papel de cocina por dentro y por fuera.
En un recipiente mezclamos el vino, el aceite de oliva, el jugo de un limón, el ajo picado, sal, pimienta negra, y el perejil o las hierbas aromáticas.
El limón que queda lo lavamos y cortamos en 8 o 12 rodajas. En cada pescado, realizamos dos o tres cortes diagonales en la cara superior, que es donde introduciremos las rodajas de limón.
Ponemos las doradas en la bandeja para el horno que hemos preparado previamente, y las cubrimos completamente con la mezcla anterior.
Introducimos la bandeja en el centro del horno y dejamos que se cocinen durante 40-45 minutos, o hasta que la superficie de la dorada esté crujiente.
Si vemos que en mitad de la cocción se queda seca, sin líquido, podemos verter más vino blanco o un poco de caldo de pescado por encima.
Y ya sólo queda sacar las doradas del horno, y dejar que reposen durante un par de minutos antes de servirlas.
Retira la espina central y saca las espinas dorsales para eliminar la mayoría de las espinas rápidamente.
Aún así, a la hora de la comida, avisa de que las doradas tienen una gran cantidad de espinas, sobre todo en la parte superior, al lado de la cabeza. Que los comensales tengan mucho cuidado al comer para que no se traguen ninguna espina.
Notas
Aunque esta receta es para la dorada al horno, se puede sustituir por lubina, besugo o merluza si no puedes encontrar dorada en el supermercado local. Lo que te recomiendo es que no utilices dorada congelada, pues no tiene ni la misma textura ni el mismo sabor.